Nos toca hoy hablar de otra especie autóctona de nuestra
comunidad, el oso pardo. Esta especie siempre ha habitado en los pirineos, pero
tras la caza y numerosas persecuciones se encuentra en peligro de extinción. En
la península ibérica el oso pardo únicamente se encuentra en dos zonas, en la
Cordillera Cantábrica y en la zona que va desde el valle del Roncal en Navarra
hasta los valles de Ansó y Hecho en Aragón.
El oso pardo puede medir entre 1,5 m y 3 m, el peso oscila
entre 100 kg hasta casi los 700 kg aunque los osos pirenaicos no suelen superar
los 250 kg. Su coloración es muy diversa y puede variar desde el marrón oscuro
a un dorado claro pasando por distintas tonalidades de grises. Tienen los
sentidos del oído y el olfato muy desarrollados en detrimento de la vista.
Esta especie puede vivir de 25 a 30 años, durante este tiempo
las hembras procrean cada dos años para cuidar de las crías entre cada parto
que suele ser de 1 a 3 oseznos. La época de celo va de Mayo a Julio y el parto
se produce entre Enero y Diciembre en alguna cueva en la que la hembra esté
hibernando.
En lo relativo a la alimentación es un animal omnívoro y su dieta
varía dependiendo la estación del año, aunque los que habitan en el pirineo se
alimentan principalmente de vegetales. Debido al gran carácter depredador del
oso, este no suele encontrase con ninguna amenaza animal a excepción del
hombre, principal responsable de que esta especie se encuentre protegida y en
peligro de extinción.